“LOS PLÁSTICOS SON PERJUDICIALES PARA EL MEDIO AMBIENTE PORQUE CONSUMEN PETRÓLEO”
Los plásticos, en la mayor parte de sus aplicaciones, ahorran más petróleo que el que se emplea en su fabricación.
Los plásticos proceden del petróleo en su origen, pero, durante su fase de utilización, en forma de pieza de automóvil, envase o elemento para la construcción, ahorran petróleo porque permiten ahorrar combustible y energía, al tiempo que reducen las emisiones de CO2.
Además, gracias a la Reciclabilidad del plástico, al final de su vida útil, pueden volver a ser “petróleo equivalente”, si se utilizan los residuos plásticos como combustible alternativo.
El petróleo en Europa se emplea en su mayoría en transportes (45%) y en energía térmica y eléctrica (42%) siendo, tan solo, un 4% el destino a plásticos.
En el sector del automóvil y transportes e general como la aviación o el ferrocarril, los plásticos aportan ligereza y propiedades técnicas singulares que permiten ahorrar combustible (4 veces más en toneladas equivalentes de petróleo que el empleado para su fabricación) y, además, reducir emisiones de CO2.
En la construcción se utilizan plásticos en aislamientos o en ventanas, por ejemplo, consiguiendo ahorrar energía, tanto en calefacción como en aire acondicionado.
El equivalente energético que se utiliza para fabricar aislamientos de plástico espumado, se recupera tras su primer año de uso, lo cual significa un ahorro neto positivo durante el resto de años de utilización que, habitualmente, es como mínimo de 50 años.
Según un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña, el uso de ventanas de plástico supone un ahorro energético en los hogares del 45% y una reducción de las emisiones de CO2 del 161%.
En envases, cada vez que se transportan productos envasados con materiales plásticos al ser ligeros se están ahorrando en combustible además de proporcionar excelentes propiedades de conservación a largas distancias.
La Asociación Alemana de Estudios de Mercado GVM evaluó las consecuencias de una hipotética eliminación de los plásticos del sector de envases. El resultado fue que el consumo de energía aumentaría en un 50% y las emisiones de CO2 en un 100%. Los plásticos permiten un ahorro de otros recursos como agua en grandes conducciones para abastecimiento de población y sistemas de riego por goteo.
Más del 50% de las mercancías se envasan en plásticos. Los plásticos evitan las pérdidas del contenido en la distribución a grandes distancias de alimentos y medicinas a países que los necesitan. Y esas “no pérdidas” suponen un ahorro de los recursos empleados para producirlos. Tomando como ejemplo 700g de pan envasado en plásticos, del 100% de la energía para producir el conjunto de continente y contenido (envase + pan), tan solo el 3% se refiere a la energía para producir el envase de plástico y el resto (97%) corresponde a la energía para producir el propio pan.
Además, gracias al poder calorífico de los plásticos (45MJ/kg), superior al carbón (28MJ/kg) y similar al gas natural (46 MJ/kg), al final de su vida útil, los residuos plásticos se pueden utilizar como combustible alternativos y complementarios con el consiguiente ahorro de los combustibles tradicionales y reducción de las emisiones derivadas de éstos. Esto resulta particularmente interesante en el panorama energético actual que aconseja la búsqueda de fuentes de energía alternativas como por ejemplo la energía obtenida a partir de residuos.
Por ello, países conocidos por su fuerte compromiso ambiental recuperan energéticamente los residuos plásticos en niveles del 75% (Suiza), 65% (Dinamarca), 52% (Holanda) y 32% (Francia) mientras que en España apenas alcanza el 12%.
01 febrero, 2021
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